Las acciones de Intel se disparan mientras Trump considera una inversión gubernamental para salvar la producción de chips en EE. UU.

Las acciones de Intel subieron un 8% el jueves y continuaron subiendo después del horario comercial. ¿La razón? Fuentes del mercado informan que la administración del presidente Donald Trump está considerando comprar una participación en la empresa, un movimiento que podría marcar un punto de inflexión para el único fabricante estadounidense capaz de producir los procesadores más avanzados a nivel nacional.

Fondos del gobierno para impulsar la manufactura en EE. UU. El plan tiene como objetivo canalizar fondos federales hacia las nuevas fábricas de Intel en Ohio, que ya enfrentan retrasos y reducción de inversión. Esta iniciativa ayudaría a mantener la fabricación de semiconductores de alta gama en territorio estadounidense y reducir la dependencia de proveedores extranjeros, especialmente TSMC y Samsung, cuyas plantas en EE. UU. son propiedad de empresas extranjeras. Trump ha defendido durante mucho tiempo que la producción de chips críticos permanezca en los EE. UU. En este momento, Intel es el único jugador con la capacidad de producir los procesadores más avanzados completamente dentro del país.

De la Crítica a la Mesa de Negociación Días antes de que surgieran las discusiones de inversión, Trump criticó públicamente al CEO de Intel, Lip-Bu Tan, y pidió su renuncia por supuestos conflictos de interés. Sin embargo, el lunes, los dos se reunieron en la Casa Blanca para discutir una posible participación del gobierno en la empresa. Si bien el acuerdo está lejos de ser seguro, el hecho de que se estén llevando a cabo conversaciones—especialmente después de tales ataques públicos—ha capturado la atención del mercado. Intel declaró que continuará trabajando con la administración en prioridades compartidas, pero se negó a comentar sobre la especulación.

Intel en crisis La empresa enfrenta grandes desafíos este año. En el segundo trimestre, reportó una pérdida de 2.9 mil millones de dólares, y sus intentos de ingresar al mercado de chips de IA han fracasado hasta ahora. Su nuevo modelo de negocio de fundición, produciendo chips para otras empresas, no ha atraído a grandes clientes, y los planes para fábricas en Alemania y Polonia han sido cancelados. Los proyectos cancelados y las inversiones reducidas en Ohio podrían convertirse en centrales para la decisión del gobierno. Un stake federal podría mantener la fábrica viva por ahora, pero los inversores saben que Intel necesita más que solo una inyección de efectivo: necesita productos ganadores y un cambio estratégico.

El control de Trump sobre el sector tecnológico En los últimos meses, la administración Trump ha demostrado que está dispuesta a intervenir directamente en la industria privada, desde restringir las exportaciones de chips de Nvidia y AMD a China, hasta invertir en la minería de tierras raras, y tomar una “participación dorada” en U.S. Steel. Para Trump, Intel representa un símbolo de la independencia tecnológica de EE. UU.. Para Wall Street, es una prueba de si la empresa puede detener su declive y recuperar la confianza perdida de los inversionistas.

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