Recientemente, un informe de una gran institución financiera ha llamado la atención del mercado. El informe señala que agregar un 1% de Bitcoin a una cartera de inversión diversificada podría ayudar a mejorar la eficiencia general de la inversión. Los analistas creen que Bitcoin, como un activo con una baja correlación con el mercado en general, tiene el potencial de cobertura de riesgos.
Sin embargo, cuando comparamos Bitcoin con el índice S&P 500, esta afirmación de baja correlación parece no ser siempre válida. Los datos muestran que, actualmente, el coeficiente de correlación entre ambos es de 0.134, lo cual es bastante bajo. Pero es importante notar que durante el período de gran volatilidad del mercado en marzo de 2020, este valor llegó a alcanzar temporalmente 0.54. Esto indica que en condiciones de mercado extremas, estos dos mercados aparentemente independientes pueden mostrar un cierto grado de sincronicidad.
Esta semana, los mercados financieros globales han enfrentado una caída generalizada. El índice S&P 500 cayó un 2.45%, mientras que Bitcoin cayó un 15%. A pesar de esto, muchas grandes empresas siguen acumulando Bitcoin activamente. Se informa que una conocida plataforma de intercambio de criptomonedas ha estado manteniendo Bitcoin en su balance desde 2012. Además, a principios de este mes, un gigante de los vehículos eléctricos también anunció la compra de Bitcoin por un valor de 1,5 mil millones de dólares.
Al mismo tiempo, cada vez más instituciones financieras tradicionales están comenzando a valorar los activos digitales. Algunos analistas incluso predicen que, a medida que los inversores se desvían gradualmente hacia criptomonedas y otras inversiones alternativas, los ETF de oro podrían enfrentar presión de salida de capital. Estas señales parecen indicar que Bitcoin está ganando gradualmente el reconocimiento de los inversores institucionales y podría desempeñar un papel más importante en las carteras de inversión futuras.
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El valor del portafolio de inversión en Bitcoin se hace evidente, y la aceptación por parte de las instituciones sigue aumentando.
Recientemente, un informe de una gran institución financiera ha llamado la atención del mercado. El informe señala que agregar un 1% de Bitcoin a una cartera de inversión diversificada podría ayudar a mejorar la eficiencia general de la inversión. Los analistas creen que Bitcoin, como un activo con una baja correlación con el mercado en general, tiene el potencial de cobertura de riesgos.
Sin embargo, cuando comparamos Bitcoin con el índice S&P 500, esta afirmación de baja correlación parece no ser siempre válida. Los datos muestran que, actualmente, el coeficiente de correlación entre ambos es de 0.134, lo cual es bastante bajo. Pero es importante notar que durante el período de gran volatilidad del mercado en marzo de 2020, este valor llegó a alcanzar temporalmente 0.54. Esto indica que en condiciones de mercado extremas, estos dos mercados aparentemente independientes pueden mostrar un cierto grado de sincronicidad.
Esta semana, los mercados financieros globales han enfrentado una caída generalizada. El índice S&P 500 cayó un 2.45%, mientras que Bitcoin cayó un 15%. A pesar de esto, muchas grandes empresas siguen acumulando Bitcoin activamente. Se informa que una conocida plataforma de intercambio de criptomonedas ha estado manteniendo Bitcoin en su balance desde 2012. Además, a principios de este mes, un gigante de los vehículos eléctricos también anunció la compra de Bitcoin por un valor de 1,5 mil millones de dólares.
Al mismo tiempo, cada vez más instituciones financieras tradicionales están comenzando a valorar los activos digitales. Algunos analistas incluso predicen que, a medida que los inversores se desvían gradualmente hacia criptomonedas y otras inversiones alternativas, los ETF de oro podrían enfrentar presión de salida de capital. Estas señales parecen indicar que Bitcoin está ganando gradualmente el reconocimiento de los inversores institucionales y podría desempeñar un papel más importante en las carteras de inversión futuras.