Las críticas de Trump a Powell han existido desde hace tiempo, y ahora ejerce presión bajo el pretexto de la controversia de las reformas. Este extraño juego político está llevando la emoción del mercado global al punto crítico.
La situación a la que se enfrenta Powell y el impacto que podría tener su posible renuncia merecen un análisis profundo.
Trump y Powell: siete años de disputas
El núcleo del conflicto entre Trump y Powell radica en la orientación de la política monetaria: una parte aboga por recortes en las tasas de interés, mientras que la otra se mantiene firme en la estabilidad. Esta discrepancia ha perdurado desde 2018 hasta la fecha.
Curiosamente, Powell fue nominado inicialmente por Trump para ser el presidente de la Reserva Federal (FED). Cuando asumió el cargo en febrero de 2018, Trump esperaba que Powell implementara políticas monetarias expansivas para fomentar el crecimiento económico.
Sin embargo, en octubre de ese mismo año, Trump criticó públicamente a Powell por primera vez, diciendo que el aumento de tasas de interés de La Reserva Federal (FED) era la "mayor amenaza". A partir de entonces, la tensión entre ambos se hizo pública y los enfrentamientos verbales continuaron.
En 2022, Powell fue reelegido, extendiendo su mandato hasta mayo de 2026. Con la llegada de las elecciones de 2024, la situación se intensifica aún más. Trump ha solicitado en varias ocasiones durante su campaña que Powell renuncie, acusándolo de "acción lenta y de no bajar las tasas de interés lo suficiente".
Sin embargo, el presidente no tiene la autoridad para destituir al presidente de la Reserva Federal (FED) debido a diferencias de políticas, a menos que haya evidencia de "conducta ilegal o falta grave".
En julio de este año, el equipo de Trump presentó nuevas acusaciones: pidió al Congreso que investigara a Powell, acusando de que el proyecto de renovación de la sede de la Reserva Federal (FED) presenta graves irregularidades. Al mismo tiempo, circulan rumores de que Powell está "considerando renunciar", lo que hace que la situación se intensifique rápidamente.
El dilema de Powell
Actualmente, Powell se enfrenta a un dilema en la formulación de políticas: por un lado, hay presiones potenciales al alza sobre los precios, y por el otro, signos de enfriamiento en el mercado laboral. Esto plantea desafíos para la decisión de La Reserva Federal (FED).
Un recorte de tasas de interés demasiado temprano podría llevar a una pérdida de control sobre las expectativas de inflación; elegir aumentar las tasas podría provocar turbulencias en el mercado de bonos, un aumento de las tasas de interés e incluso desencadenar una "panique financiera".
Ante la presión de Trump, Powell eligió enfrentarse. Solicita continuar revisando el proyecto de renovación de la sede y responde a través de canales oficiales sobre las razones del aumento de costos, refutando las acusaciones de "renovaciones lujosas".
La presión dual de la economía y la política ha puesto a Powell en un momento difícil de su carrera.
El impacto potencial de la salida de Powell
Si Powell renuncia, los mercados financieros globales podrían enfrentar un impacto significativo.
El análisis de Deutsche Bank indica que si Powell es destituido forzosamente, el índice del dólar podría caer un 3%-4% en 24 horas, y el mercado de renta fija podría experimentar una venta de 30-40 puntos básicos. El dólar y los bonos podrían enfrentar una prima de riesgo sostenida, y los inversores también podrían estar preocupados de que los acuerdos de intercambio monetario entre la Reserva Federal y otros bancos centrales sean politizados.
Los estrategas de ING creen que la probabilidad de que Powell renuncie anticipadamente es baja, pero si esto ocurriera, llevaría a una mayor pendiente de la curva de rendimiento de los bonos del Tesoro de EE. UU., ya que los inversores anticiparían una disminución de las tasas de interés, una aceleración de la inflación y una disminución de la independencia de la Reserva Federal (FED). Esto podría formar una "combinación mortal" para la depreciación del dólar.
Algunos analistas señalan que, incluso si se reemplaza al presidente de la Reserva Federal (FED), el nuevo titular podría tener dificultades para controlar completamente la política monetaria. Si la inflación vuelve a repuntar, el nuevo presidente podría verse obligado a regresar a una política de ajuste.
La permanencia de Powell no solo está relacionada con la política monetaria, sino que también es una importante prueba de la independencia de la Reserva Federal (FED). Independientemente del resultado, esta controversia tendrá un profundo impacto en los mercados financieros globales.
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
La independencia de la Reserva Federal (FED) está en prueba: Powell enfrenta presiones políticas y dilemas de política.
La Reserva Federal (FED)主席遭遇政治挑战
Las críticas de Trump a Powell han existido desde hace tiempo, y ahora ejerce presión bajo el pretexto de la controversia de las reformas. Este extraño juego político está llevando la emoción del mercado global al punto crítico.
La situación a la que se enfrenta Powell y el impacto que podría tener su posible renuncia merecen un análisis profundo.
Trump y Powell: siete años de disputas
El núcleo del conflicto entre Trump y Powell radica en la orientación de la política monetaria: una parte aboga por recortes en las tasas de interés, mientras que la otra se mantiene firme en la estabilidad. Esta discrepancia ha perdurado desde 2018 hasta la fecha.
Curiosamente, Powell fue nominado inicialmente por Trump para ser el presidente de la Reserva Federal (FED). Cuando asumió el cargo en febrero de 2018, Trump esperaba que Powell implementara políticas monetarias expansivas para fomentar el crecimiento económico.
Sin embargo, en octubre de ese mismo año, Trump criticó públicamente a Powell por primera vez, diciendo que el aumento de tasas de interés de La Reserva Federal (FED) era la "mayor amenaza". A partir de entonces, la tensión entre ambos se hizo pública y los enfrentamientos verbales continuaron.
En 2022, Powell fue reelegido, extendiendo su mandato hasta mayo de 2026. Con la llegada de las elecciones de 2024, la situación se intensifica aún más. Trump ha solicitado en varias ocasiones durante su campaña que Powell renuncie, acusándolo de "acción lenta y de no bajar las tasas de interés lo suficiente".
Sin embargo, el presidente no tiene la autoridad para destituir al presidente de la Reserva Federal (FED) debido a diferencias de políticas, a menos que haya evidencia de "conducta ilegal o falta grave".
En julio de este año, el equipo de Trump presentó nuevas acusaciones: pidió al Congreso que investigara a Powell, acusando de que el proyecto de renovación de la sede de la Reserva Federal (FED) presenta graves irregularidades. Al mismo tiempo, circulan rumores de que Powell está "considerando renunciar", lo que hace que la situación se intensifique rápidamente.
El dilema de Powell
Actualmente, Powell se enfrenta a un dilema en la formulación de políticas: por un lado, hay presiones potenciales al alza sobre los precios, y por el otro, signos de enfriamiento en el mercado laboral. Esto plantea desafíos para la decisión de La Reserva Federal (FED).
Un recorte de tasas de interés demasiado temprano podría llevar a una pérdida de control sobre las expectativas de inflación; elegir aumentar las tasas podría provocar turbulencias en el mercado de bonos, un aumento de las tasas de interés e incluso desencadenar una "panique financiera".
Ante la presión de Trump, Powell eligió enfrentarse. Solicita continuar revisando el proyecto de renovación de la sede y responde a través de canales oficiales sobre las razones del aumento de costos, refutando las acusaciones de "renovaciones lujosas".
La presión dual de la economía y la política ha puesto a Powell en un momento difícil de su carrera.
El impacto potencial de la salida de Powell
Si Powell renuncia, los mercados financieros globales podrían enfrentar un impacto significativo.
El análisis de Deutsche Bank indica que si Powell es destituido forzosamente, el índice del dólar podría caer un 3%-4% en 24 horas, y el mercado de renta fija podría experimentar una venta de 30-40 puntos básicos. El dólar y los bonos podrían enfrentar una prima de riesgo sostenida, y los inversores también podrían estar preocupados de que los acuerdos de intercambio monetario entre la Reserva Federal y otros bancos centrales sean politizados.
Los estrategas de ING creen que la probabilidad de que Powell renuncie anticipadamente es baja, pero si esto ocurriera, llevaría a una mayor pendiente de la curva de rendimiento de los bonos del Tesoro de EE. UU., ya que los inversores anticiparían una disminución de las tasas de interés, una aceleración de la inflación y una disminución de la independencia de la Reserva Federal (FED). Esto podría formar una "combinación mortal" para la depreciación del dólar.
Algunos analistas señalan que, incluso si se reemplaza al presidente de la Reserva Federal (FED), el nuevo titular podría tener dificultades para controlar completamente la política monetaria. Si la inflación vuelve a repuntar, el nuevo presidente podría verse obligado a regresar a una política de ajuste.
La permanencia de Powell no solo está relacionada con la política monetaria, sino que también es una importante prueba de la independencia de la Reserva Federal (FED). Independientemente del resultado, esta controversia tendrá un profundo impacto en los mercados financieros globales.