En el campo del comercio de potencia computacional, Lagrange está liderando una revolución transformadora. Los modelos tradicionales de cálculo off-chain presentan numerosas desventajas: el equipo detrás del proyecto debe invertir grandes sumas en construir sus propios servidores ZK o depender de proveedores de servicios de terceros, lo que no solo es costoso, sino que también enfrenta desafíos en términos de seguridad de datos y credibilidad.
Lagrange ha cambiado completamente esta situación al aplicar de manera innovadora la tecnología de pruebas de conocimiento cero. Ha transformado un proceso de cálculo originalmente opaco en operaciones totalmente verificables y transparentes, donde cada paso se ancla mediante un hash criptográfico. Este enfoque no solo garantiza la verificabilidad de los resultados de cálculo, sino que también protege eficazmente la privacidad de los datos originales.
El token LA desempeña un papel central en el ecosistema de Lagrange. Los poseedores de tokens no solo pueden obtener recompensas según la Potencia computacional que contribuyen, sino que también pueden participar en la toma de decisiones de gobernanza de la red. Recientemente, la comunidad aprobó una propuesta que aumentó la proporción de tarifas de transacción para tareas de inferencia de IA al 45%, lo que incentivó directamente a los nodos a actualizar sus instalaciones de hardware, duplicando así la eficiencia del procesamiento del modelo.
Este modelo innovador que combina la potencia computacional con el derecho de gobernanza permite que los operadores de nodos pasen de ser meros proveedores de recursos a ser tomadores de decisiones en el desarrollo de la red, lo que aumenta considerablemente la participación y el compromiso.
Bajo las nuevas reglas de Lagrange, el comercio de potencia computacional presenta un nuevo panorama: el equipo detrás del proyecto puede pagar tarifas según el uso real, sin necesidad de invertir grandes cantidades de dinero por adelantado; los nodos pueden asignar recursos de manera flexible según el tipo de tarea, maximizando la utilización; los usuarios pueden supervisar en tiempo real todo el proceso de cálculo a través del explorador de blockchain, asegurando la transparencia.
Con el avance de aplicaciones como la pintura AI y la secuenciación genética, que requieren altos estándares de privacidad de datos, las reglas de Lagrange podrían convertirse en el estándar general en el campo de la computación confiable, inyectando nueva vitalidad a la base de confianza de la economía digital.
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En el campo del comercio de potencia computacional, Lagrange está liderando una revolución transformadora. Los modelos tradicionales de cálculo off-chain presentan numerosas desventajas: el equipo detrás del proyecto debe invertir grandes sumas en construir sus propios servidores ZK o depender de proveedores de servicios de terceros, lo que no solo es costoso, sino que también enfrenta desafíos en términos de seguridad de datos y credibilidad.
Lagrange ha cambiado completamente esta situación al aplicar de manera innovadora la tecnología de pruebas de conocimiento cero. Ha transformado un proceso de cálculo originalmente opaco en operaciones totalmente verificables y transparentes, donde cada paso se ancla mediante un hash criptográfico. Este enfoque no solo garantiza la verificabilidad de los resultados de cálculo, sino que también protege eficazmente la privacidad de los datos originales.
El token LA desempeña un papel central en el ecosistema de Lagrange. Los poseedores de tokens no solo pueden obtener recompensas según la Potencia computacional que contribuyen, sino que también pueden participar en la toma de decisiones de gobernanza de la red. Recientemente, la comunidad aprobó una propuesta que aumentó la proporción de tarifas de transacción para tareas de inferencia de IA al 45%, lo que incentivó directamente a los nodos a actualizar sus instalaciones de hardware, duplicando así la eficiencia del procesamiento del modelo.
Este modelo innovador que combina la potencia computacional con el derecho de gobernanza permite que los operadores de nodos pasen de ser meros proveedores de recursos a ser tomadores de decisiones en el desarrollo de la red, lo que aumenta considerablemente la participación y el compromiso.
Bajo las nuevas reglas de Lagrange, el comercio de potencia computacional presenta un nuevo panorama: el equipo detrás del proyecto puede pagar tarifas según el uso real, sin necesidad de invertir grandes cantidades de dinero por adelantado; los nodos pueden asignar recursos de manera flexible según el tipo de tarea, maximizando la utilización; los usuarios pueden supervisar en tiempo real todo el proceso de cálculo a través del explorador de blockchain, asegurando la transparencia.
Con el avance de aplicaciones como la pintura AI y la secuenciación genética, que requieren altos estándares de privacidad de datos, las reglas de Lagrange podrían convertirse en el estándar general en el campo de la computación confiable, inyectando nueva vitalidad a la base de confianza de la economía digital.