Durante más de una década, la industria blockchain ha intentado crear su versión de una "ciudad en la colina"—comunidades autosostenibles donde blockchain sirve como la base y el código reemplaza la ley. Sin embargo, a pesar de visiones ambiciosas, la mayoría de estos proyectos han luchado bajo el peso de la regulación, la economía y las realidades políticas.
Algunas iniciativas adoptaron un enfoque pragmático, utilizando blockchain como un registro de tierras. Otras fueron más radicales, buscando construir sociedades enteras gobernadas únicamente por criptomonedas. Desde barcos de crucero convertidos en refugios de Bitcoin hasta ciudades inteligentes planificadas en África y Oriente Medio, cada proyecto ha contado una historia de advertencia sobre la colisión entre los ideales de blockchain y las limitaciones del mundo real.
Sueños en el Mar: El MS Satoshi
En 2020, tres emprendedores de Bitcoin compraron un crucero desactivado con la esperanza de transformarlo en una ciudad flotante de Bitcoin frente a la costa de Panamá. El barco, renombrado como MS Satoshi, prometía un refugio para nómadas digitales donde el Bitcoin serviría como moneda de curso legal y los residentes podrían vivir libres de la supervisión del gobierno.
A pesar de sus restaurantes, gimnasios y los propuestos "hogares flotantes en forma de cápsula marina", el proyecto se hundió rápidamente bajo los aplastantes costos de combustible de $12,000 por día, las interrupciones provocadas por la pandemia y la dura realidad del derecho marítimo. En cuestión de meses, el sueño se desvaneció y el barco fue vendido.
La propuesta de Trump para la "Riviera de Gaza"
Uno de los ejemplos recientes más controvertidos surgió en 2025, cuando aparecieron informes de que el ex presidente de EE. UU. Donald Trump estaba considerando un plan para redevelopar Gaza bajo la custodia estadounidense. El plan incluía un esquema de inversión en propiedad tokenizada que permitiría a los palestinos intercambiar tierras por reubicación o nuevas viviendas en "ciudades inteligentes" planeadas.
Los críticos condenaron rápidamente el plan, con expertos de la ONU advirtiendo que servía como una cobertura geopolítica en lugar de un esfuerzo humanitario. Desde entonces, el proyecto se ha estancado, atrapado entre la ley internacional y el rechazo político.
Liberland: Un microestado libertario
A diferencia de los seasteads fallidos y los megaproyectos, Liberland sigue siendo uno de los experimentos de blockchain más duraderos. Fundada en 2015 en tierras no reclamadas a lo largo del río Danubio, la autoproclamada República Libre emite su propia criptomoneda, el Dólar de Liberland.
El proyecto ha enfrentado una oposición constante de la vecina Croacia, que ha bloqueado a los colonos de acceder a la tierra. Aun así, Liberland ha atraído a libertarios cripto de todo el mundo y continúa promoviendo su visión de un gobierno mínimo y gobernanza basada en blockchain.
CityDAO: La blockchain se encuentra con el Viejo Oeste
En 2021, Wyoming reconoció las organizaciones autónomas descentralizadas (DAOs) como entidades legales, inspirando la creación de CityDAO. El grupo recaudó millones a través de ventas de NFT y compró 40 acres de tierra para construir una comunidad gestionada por blockchain.
Pero el entusiasmo disminuyó después de disputas internas, un hackeo de Discord de $95,000 y leyes de zonificación restrictivas que permitían solo una vivienda unifamiliar en el terreno. CityDAO rompió barreras legales al formar la primera entidad DAO reconocida, pero sus objetivos utópicos quedaron muy por debajo.
Akon City: El Sueño Futurista de una Estrella
El músico senegalés-estadounidense Akon anunció en 2020 planes para una "Akon City" de 6 mil millones de dólares, una metrópoli futurista alimentada por su criptomoneda, Akoin. La ciudad debía contar con hospitales, universidades y rascacielos a lo largo de la costa de Senegal.
Años después, el proyecto sigue estancado. La pandemia de COVID-19 detuvo el progreso, el valor de Akoin colapsó y el gobierno senegalés presionó a Akon para que construyera o renunciara a la tierra. A mediados de 2025, el proyecto fue oficialmente abandonado.
La Ciudad del Desierto de Blockchains LLC en Nevada
En 2021, Blockchains LLC compró más de 67,000 acres en Nevada, con la esperanza de crear una ciudad blockchain donde todo, desde impuestos hasta registros médicos, viviría en la cadena. El ambicioso plan requería una nueva ley de "zona de innovación" que otorgaría a la empresa autoridad cuasi-gubernamental.
La propuesta enfrentó una amplia oposición por parte de legisladores, ambientalistas y comunidades locales. Sin apoyo político y con el acceso al agua atado en batallas regulatorias, el proyecto se secó antes de que comenzara la construcción.
Liberstad: Un éxito modesto pero real
En contraste con los fracasos de alto perfil, Liberstad en Noruega ha tenido éxito en silencio. Fundada en 2015 sobre principios anarquistas y voluntaristas, la comunidad ocupa 150 hectáreas cerca de Kristiansand. La tierra fue comprada originalmente con Bitcoin, y el asentamiento opera su propia moneda, City Coin.
Liberstad ahora tiene residentes permanentes, su propia infraestructura blockchain y una economía local en funcionamiento. Aunque pequeña en escala, se erige como una de las pocas comunidades inspiradas en blockchain que cumplen con sus promesas, demostrando que a veces, las ambiciones modestas tienen mejor resultado que las visiones grandiosas.
El Futuro de las Ciudades Blockchain
Desde enclaves de criptomonedas de lujo hasta comunas anarquistas, los intentos de la blockchain de crear sociedades físicas han revelado la tensión entre la ideología y la realidad. Mientras el sueño de una "ciudad sobre una colina" descentralizada persiste, la mayoría de los experimentos han fracasado bajo presiones financieras, legales o logísticas.
La lección parece clara: la blockchain puede mejorar la gobernanza y las finanzas, pero cuando se trata de construir ciudades enteras, aún no ha logrado superar las fuerzas de la política, la regulación y la economía.
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Las ciudades fallidas de la Cadena de bloques: los sueños utópicos se encuentran con realidades duras
Durante más de una década, la industria blockchain ha intentado crear su versión de una "ciudad en la colina"—comunidades autosostenibles donde blockchain sirve como la base y el código reemplaza la ley. Sin embargo, a pesar de visiones ambiciosas, la mayoría de estos proyectos han luchado bajo el peso de la regulación, la economía y las realidades políticas.
Algunas iniciativas adoptaron un enfoque pragmático, utilizando blockchain como un registro de tierras. Otras fueron más radicales, buscando construir sociedades enteras gobernadas únicamente por criptomonedas. Desde barcos de crucero convertidos en refugios de Bitcoin hasta ciudades inteligentes planificadas en África y Oriente Medio, cada proyecto ha contado una historia de advertencia sobre la colisión entre los ideales de blockchain y las limitaciones del mundo real.
Sueños en el Mar: El MS Satoshi
En 2020, tres emprendedores de Bitcoin compraron un crucero desactivado con la esperanza de transformarlo en una ciudad flotante de Bitcoin frente a la costa de Panamá. El barco, renombrado como MS Satoshi, prometía un refugio para nómadas digitales donde el Bitcoin serviría como moneda de curso legal y los residentes podrían vivir libres de la supervisión del gobierno.
A pesar de sus restaurantes, gimnasios y los propuestos "hogares flotantes en forma de cápsula marina", el proyecto se hundió rápidamente bajo los aplastantes costos de combustible de $12,000 por día, las interrupciones provocadas por la pandemia y la dura realidad del derecho marítimo. En cuestión de meses, el sueño se desvaneció y el barco fue vendido.
La propuesta de Trump para la "Riviera de Gaza"
Uno de los ejemplos recientes más controvertidos surgió en 2025, cuando aparecieron informes de que el ex presidente de EE. UU. Donald Trump estaba considerando un plan para redevelopar Gaza bajo la custodia estadounidense. El plan incluía un esquema de inversión en propiedad tokenizada que permitiría a los palestinos intercambiar tierras por reubicación o nuevas viviendas en "ciudades inteligentes" planeadas.
Los críticos condenaron rápidamente el plan, con expertos de la ONU advirtiendo que servía como una cobertura geopolítica en lugar de un esfuerzo humanitario. Desde entonces, el proyecto se ha estancado, atrapado entre la ley internacional y el rechazo político.
Liberland: Un microestado libertario
A diferencia de los seasteads fallidos y los megaproyectos, Liberland sigue siendo uno de los experimentos de blockchain más duraderos. Fundada en 2015 en tierras no reclamadas a lo largo del río Danubio, la autoproclamada República Libre emite su propia criptomoneda, el Dólar de Liberland.
El proyecto ha enfrentado una oposición constante de la vecina Croacia, que ha bloqueado a los colonos de acceder a la tierra. Aun así, Liberland ha atraído a libertarios cripto de todo el mundo y continúa promoviendo su visión de un gobierno mínimo y gobernanza basada en blockchain.
CityDAO: La blockchain se encuentra con el Viejo Oeste
En 2021, Wyoming reconoció las organizaciones autónomas descentralizadas (DAOs) como entidades legales, inspirando la creación de CityDAO. El grupo recaudó millones a través de ventas de NFT y compró 40 acres de tierra para construir una comunidad gestionada por blockchain.
Pero el entusiasmo disminuyó después de disputas internas, un hackeo de Discord de $95,000 y leyes de zonificación restrictivas que permitían solo una vivienda unifamiliar en el terreno. CityDAO rompió barreras legales al formar la primera entidad DAO reconocida, pero sus objetivos utópicos quedaron muy por debajo.
Akon City: El Sueño Futurista de una Estrella
El músico senegalés-estadounidense Akon anunció en 2020 planes para una "Akon City" de 6 mil millones de dólares, una metrópoli futurista alimentada por su criptomoneda, Akoin. La ciudad debía contar con hospitales, universidades y rascacielos a lo largo de la costa de Senegal.
Años después, el proyecto sigue estancado. La pandemia de COVID-19 detuvo el progreso, el valor de Akoin colapsó y el gobierno senegalés presionó a Akon para que construyera o renunciara a la tierra. A mediados de 2025, el proyecto fue oficialmente abandonado.
La Ciudad del Desierto de Blockchains LLC en Nevada
En 2021, Blockchains LLC compró más de 67,000 acres en Nevada, con la esperanza de crear una ciudad blockchain donde todo, desde impuestos hasta registros médicos, viviría en la cadena. El ambicioso plan requería una nueva ley de "zona de innovación" que otorgaría a la empresa autoridad cuasi-gubernamental.
La propuesta enfrentó una amplia oposición por parte de legisladores, ambientalistas y comunidades locales. Sin apoyo político y con el acceso al agua atado en batallas regulatorias, el proyecto se secó antes de que comenzara la construcción.
Liberstad: Un éxito modesto pero real
En contraste con los fracasos de alto perfil, Liberstad en Noruega ha tenido éxito en silencio. Fundada en 2015 sobre principios anarquistas y voluntaristas, la comunidad ocupa 150 hectáreas cerca de Kristiansand. La tierra fue comprada originalmente con Bitcoin, y el asentamiento opera su propia moneda, City Coin.
Liberstad ahora tiene residentes permanentes, su propia infraestructura blockchain y una economía local en funcionamiento. Aunque pequeña en escala, se erige como una de las pocas comunidades inspiradas en blockchain que cumplen con sus promesas, demostrando que a veces, las ambiciones modestas tienen mejor resultado que las visiones grandiosas.
El Futuro de las Ciudades Blockchain
Desde enclaves de criptomonedas de lujo hasta comunas anarquistas, los intentos de la blockchain de crear sociedades físicas han revelado la tensión entre la ideología y la realidad. Mientras el sueño de una "ciudad sobre una colina" descentralizada persiste, la mayoría de los experimentos han fracasado bajo presiones financieras, legales o logísticas.
La lección parece clara: la blockchain puede mejorar la gobernanza y las finanzas, pero cuando se trata de construir ciudades enteras, aún no ha logrado superar las fuerzas de la política, la regulación y la economía.