Selene Jin, fundadora de Cosma AI, cree que el "problema de la última milla" de la inteligencia artificial radica en la falta de empatía, y no en la capacidad de cálculo. Aboga por interfaces intuitivas y sin indicaciones, permitiendo que los usuarios colaboren de manera natural con la inteligencia artificial, sin necesidad de conocimientos técnicos. Su plataforma permite a los creadores entrenar modelos de inteligencia artificial personalizados para obtener una salida visual consistente, con el objetivo de que la inteligencia artificial avanzada llegue a los usuarios sin barreras de ingeniería. Jin enfatiza que un diseño ético y centrado en el ser humano es crucial para prevenir sesgos y prejuicios en los sistemas de inteligencia artificial.
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Selene Jin, fundadora de Cosma AI, cree que el "problema de la última milla" de la inteligencia artificial radica en la falta de empatía, y no en la capacidad de cálculo. Aboga por interfaces intuitivas y sin indicaciones, permitiendo que los usuarios colaboren de manera natural con la inteligencia artificial, sin necesidad de conocimientos técnicos. Su plataforma permite a los creadores entrenar modelos de inteligencia artificial personalizados para obtener una salida visual consistente, con el objetivo de que la inteligencia artificial avanzada llegue a los usuarios sin barreras de ingeniería. Jin enfatiza que un diseño ético y centrado en el ser humano es crucial para prevenir sesgos y prejuicios en los sistemas de inteligencia artificial.