Familia, en aquellos años en las reuniones familiares era la más destacada, con solo tocar suavemente la copa, todos se reunían a mi alrededor para charlar. Antes, cuando trabajaba en la sala de contabilidad, los libros de cuentas estaban siempre claros en mis manos. Pero ahora, al entrar en esta casa, me siento muy nerviosa, no puedo evitar sujetar el borde de mi falda, el suave sonido de la seda suena como mi pequeño nerviosismo que no puedo ocultar.
En casa flota el aroma de las gardenias, y él lleva el olor de los cedros. Estas dos fragancias mezcladas parecen una cinta roja desgarrada: un
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