
En julio de 2024, la U.S. Securities and Exchange Commission (SEC) aprobó nueve ETFs spot de Ethereum, marcando un hito histórico para el mercado de criptomonedas. Esta decisión representa un avance fundamental en la integración de los activos digitales en el sistema financiero tradicional, tras el éxito de los ETFs spot de Bitcoin.
Un ETF de Ethereum (Exchange-Traded Fund) es un producto financiero que cotiza en bolsas tradicionales y replica directamente el precio de Ethereum (ETH). Permite invertir en el rendimiento de Ethereum sin tener que comprar, custodiar ni gestionar los activos digitales. Su principal ventaja es su estructura regulada, que ofrece un canal de inversión seguro y conforme a la normativa. Así, los inversores pueden comprar participaciones de ETFs de Ethereum desde sus cuentas de broker convencionales, como si fueran acciones, sin necesidad de monederos digitales ni plataformas cripto.
Un ETF spot de Ethereum es un fondo cotizado que mantiene Ethereum real como activo subyacente, a diferencia de los ETFs basados en futuros o derivados. Estos fondos compran y almacenan ETH directamente, garantizando que el precio de sus participaciones refleje el valor real de mercado de Ethereum. El carácter “spot” implica que el fondo posee el activo, proporcionando así exposición directa al precio de Ethereum a través de un vehículo de inversión regulado y tradicional.
Una de las características técnicas más relevantes de los ETFs de Ethereum es el mecanismo de reembolso. La SEC exige que todos los ETFs spot de Ethereum aprobados usen el modelo de reembolso en efectivo, en lugar del modelo en especie. El reembolso en especie permite a los participantes autorizados (normalmente instituciones financieras) intercambiar participaciones del ETF por una cesta de activos subyacentes—en este caso, ETH. Este sistema resulta eficiente fiscalmente, ya que evita eventos sujetos a tributación para el fondo.
Por el contrario, el modelo de reembolso en efectivo aplicado por la SEC implica canjear participaciones del ETF por efectivo equivalente al valor liquidativo. Este mecanismo agiliza los reembolsos y aporta flexibilidad, aunque resulta menos eficiente fiscalmente, ya que la venta de activos para generar efectivo puede originar distribuciones de plusvalías para todos los partícipes. La decisión de la SEC responde a su preferencia por una mayor supervisión y control sobre los vehículos de inversión vinculados a criptoactivos.
Aunque los ETFs de Ethereum y Bitcoin comparten una estructura similar, existen diferencias clave por las particularidades de cada criptomoneda. El aspecto más relevante es el mecanismo de consenso: Bitcoin utiliza Proof of Work (PoW), mientras que Ethereum migró a Proof of Stake (PoS) en 2022.
El staking, fundamental en el sistema PoS de Ethereum, permite a los titulares bloquear ETH para validar transacciones y proteger la red, obteniendo recompensas que varían con el mercado. Sin embargo, la SEC planteó que el staking podría considerarse un contrato de inversión no registrado según el Howey Test. Por ello, la agencia obligó a excluir el staking de todos los ETFs de Ethereum para su aprobación.
Excluir el staking afecta notablemente a estos ETFs: los hace menos competitivos respecto a tener ETH directamente (donde sí se puede hacer staking), aunque garantiza el cumplimiento regulatorio. También puede incidir en el ecosistema de Ethereum, afectando al volumen total de ETH en staking, así como a la seguridad y descentralización de la red.
Los nueve ETFs de Ethereum aprobados por la SEC presentan distintas estructuras de comisiones y características diferenciadas. El iShares Ethereum Trust (ETHA) de BlackRock es uno de los más destacados por volumen de negociación y cotiza en Nasdaq con una comisión competitiva. El Grayscale Ethereum Trust (ETHE), convertido a fondo público desde 2017, ofrece una mayor trayectoria, aunque con comisiones más altas.
Para quienes buscan minimizar costes, el Grayscale Ethereum Mini Trust (ETH) ofrece una estructura de comisiones diferenciada y un periodo promocional inicial. El Franklin Ethereum ETF (EZET) cuenta con condiciones de lanzamiento atractivas y una comisión competitiva tras la promoción. El VanEck Ethereum ETF (ETHV) elimina comisiones durante un periodo preliminar y aplica después su tarifa estándar.
Bitwise Ethereum ETF (ETHW), listado en la NYSE y respaldado por un custodio de referencia, dispone de un periodo promocional antes de la aplicación de la comisión habitual. 21Shares Core Ethereum ETF (CETH) mantiene una estructura similar y tarifas competitivas. Invesco Galaxy Ethereum ETF (QETH) aplica una comisión fija sin promoción. Por último, Fidelity Ethereum Fund (FETH), custodiado por Fidelity Digital Assets, ofrece un periodo sin comisiones y posteriormente las tarifas regulares.
Para invertir en ETFs de Ethereum, basta con abrir una cuenta con un broker que ofrezca estos productos. El proceso es sencillo: crea tu cuenta, deposita fondos, selecciona el ETF que prefieras y ejecuta la orden. No obstante, hay varios factores relevantes a valorar.
Primero, compara las comisiones de gestión entre los distintos ETFs, prestando atención a periodos promocionales. Segundo, revisa el tamaño del fondo (Assets Under Management—AUM), ya que los fondos grandes suelen aportar mayor liquidez. Tercero, analiza la reputación y experiencia del emisor en activos digitales. Cuarto, controla el volumen diario negociado, que indica liquidez y eficiencia en la operativa.
Los operadores activos deben priorizar la liquidez y los márgenes ajustados por la frecuencia de trading. Los inversores a largo plazo pueden optar por fondos de bajo coste para maximizar la rentabilidad con el tiempo. También hay que recordar que, a diferencia de poseer ETH directamente, los ETFs no permiten staking ni generan rendimiento adicional por ello.
Existen varias alternativas para quienes buscan exposición a Ethereum fuera de los ETFs spot. La compra directa de criptoactivos a través de plataformas de trading da control total y opción de staking para obtener rendimiento adicional, aunque requiere conocimientos técnicos en monederos y seguridad.
Los ETFs basados en futuros, como ProShares Ether Strategy (EETH), VanEck Ethereum Strategy (EFUT) y Bitwise Ethereum Strategy (AETH), invierten en contratos de futuros en lugar de ETH físico, proporcionando una exposición indirecta con perfiles de riesgo y retorno distintos. Los Exchange-Traded Notes (ETNs) como WisdomTree Physical Ethereum y 21Shares Ethereum Staking ETP son instrumentos de deuda que replican el rendimiento de Ethereum, y algunos ofrecen ventajas de staking.
Los ETFs de blockchain, como Amplify Transformational Data Sharing (BLOK) y Siren Nasdaq NexGen Economy (BLCN), invierten en empresas que desarrollan y aplican tecnología blockchain, proporcionando una exposición más diversificada al ecosistema sin invertir directamente en criptomonedas.
Los ETFs spot de Ethereum aportan varias ventajas tanto a los mercados como a los inversores. En primer lugar, ofrecen mayor accesibilidad a inversores tradicionales que prefieren operar mediante brokers regulados, eliminando barreras técnicas asociadas a la posesión directa de criptoactivos. Esto resulta especialmente útil para instituciones y perfiles menos familiarizados con la tecnología blockchain.
En segundo lugar, el potencial de mayor inversión institucional es notable: fondos de pensiones, gestores patrimoniales y entidades financieras pueden incorporar Ethereum a sus carteras mediante vehículos regulados, lo que puede aumentar la liquidez y ayudar a estabilizar los precios.
En tercer lugar, los ETFs de Ethereum simplifican la diversificación de carteras para quienes invierten en cripto, facilitando un equilibrio entre Bitcoin y Ethereum mediante productos regulados. El proceso de inversión simplificado elimina la necesidad de monederos digitales y conocimientos técnicos en seguridad de activos.
Por último, la supervisión regulatoria aporta una protección adicional frente a la inversión directa en plataformas cripto, mitigando riesgos de quiebras, hackeos y problemas habituales en el sector.
Los ETFs spot de Ethereum suponen un avance clave en la integración de las criptomonedas en el sistema financiero tradicional. Con la aprobación de nueve fondos por la SEC, los inversores disponen de varias opciones reguladas de Ethereum, cada una con comisiones y características propias.
La exclusión del staking por motivos regulatorios puede reducir su atractivo respecto a la tenencia directa de ETH, pero las ventajas en accesibilidad, cumplimiento y simplicidad operativa son destacables, especialmente para inversores institucionales y tradicionales. La amplia gama de alternativas—desde ETFs de futuros hasta ETNs y fondos de blockchain—permite elegir la opción que mejor se adapte a los objetivos, el perfil de riesgo y los conocimientos técnicos de cada inversor.
El futuro de estos productos dependerá de la evolución regulatoria en EE. UU. Si la SEC flexibiliza su postura sobre el staking, la demanda de ETFs de Ethereum podría aumentar considerablemente, haciéndolos más competitivos frente a la propiedad directa. Por ahora, estos fondos amplían el acceso a Ethereum y legitiman los activos digitales en los mercados financieros tradicionales.
Un ETF de Ethereum es un fondo cotizado que permite invertir en Ethereum sin necesidad de poseer ni custodiar directamente la criptomoneda. Proporciona una forma segura y accesible de seguir el rendimiento de Ethereum.
Accede a tu cuenta de broker y busca los ETFs de Ethereum disponibles, como QETH11 o ETHE11. Realiza la compra directamente en la plataforma.
Sí. Los ETFs cripto ofrecen acceso regulado al mercado sin las complicaciones de la gestión de monederos digitales; son ideales para quienes buscan diversificación y una entrada segura al sector.
Los principales riesgos son la alta volatilidad de precios, la incertidumbre regulatoria y la evolución de la estructura del mercado. El precio de Ethereum puede fluctuar notablemente, lo que afecta al valor del ETF, y los cambios regulatorios pueden impactar significativamente en el sector.
Comprar Ethereum de forma directa supone control y custodia totales sobre el activo. Un ETF de Ethereum permite seguir el precio sin poseer ETH, lo que facilita el acceso a inversores tradicionales y elimina la gestión de claves privadas.
Las comisiones de gestión de los ETFs de Ethereum varían según el fondo. Por ejemplo, ETHY11 cobra un 0,98 % anual y no aplica comisión “come-cotas”. Revisa siempre las condiciones específicas de cada ETF antes de invertir.










