

ULTIMA cuenta con un suministro máximo fijado en 100 000 tokens, estableciendo un marco tokenómico diseñado para evitar la inflación excesiva. El suministro en circulación actual es del 37,40 %, lo que equivale a unos 37 400 tokens negociados activamente en el mercado. Este sistema de asignación distribuye los tokens entre tres grupos principales: el equipo del proyecto, los inversores iniciales y los miembros de la comunidad que impulsan el crecimiento del ecosistema.
La estrategia de distribución incorpora emisiones por fases para gestionar el aumento del suministro de forma estratégica. De acuerdo con la hoja de ruta tokenómica, las emisiones diarias se ajustan para disminuir progresivamente, y la tercera fase de distribución está prevista para el 30 de diciembre de 2026, reduciendo las emisiones diarias a 3 tokens ULTIMA. Este enfoque deflacionario fomenta la tenencia a largo plazo y garantiza la sostenibilidad del ecosistema.
| Categoría de asignación | Porcentaje de suministro | Propósito |
|---|---|---|
| Suministro en circulación | 37 % | Negociación activa en el mercado |
| Suministro reservado | 63 % | Equipo, inversores, recompensas comunitarias |
La participación comunitaria contempla migraciones de pools VIP a Ultima Chain, donde los usuarios bloquean tokens durante tres años para obtener tokens UENERGY de descuento en comisiones. Esta modalidad refuerza el compromiso a largo plazo y reduce la volatilidad del suministro en circulación. El marco de asignación estructurada equilibra los intereses de las partes y facilita la expansión del ecosistema en DeFi-U, tarjetas cripto físicas y plataformas de intercambio, con el objetivo de llegar a 2,8 millones de usuarios en 120 países.
Ultima aplica un modelo tokenómico hiperdeflacionario diseñado para controlar el suministro en circulación mediante eventos sistemáticos de halving. El protocolo fija como objetivo un suministro final en circulación de 37 409 tokens, lo que supone una reducción sustancial respecto a los 100 000 tokens originales. El mecanismo funciona reduciendo la disponibilidad de tokens en ciclos acelerados, generando valor a través de la escasez.
La estructura deflacionaria ejecuta reducciones periódicas de suministro con mayor frecuencia que los modelos tradicionales. Al utilizar ciclos de halving comprimidos, Ultima acorta el plazo para alcanzar su objetivo de suministro. El sistema matemático garantiza que con cada halving el suministro disminuya proporcionalmente, mientras que la demanda se ve favorecida por la ampliación del ecosistema de productos, como la tecnología DeFi-U y las plataformas de marketplace.
| Métrica | Valor | Impacto |
|---|---|---|
| Suministro total original | 100 000 ULTIMA | Referencia base |
| Objetivo de suministro en circulación | 37 409 ULTIMA | Reducción del 62,59 % |
| Suministro en circulación actual | 34 031 ULTIMA | 91,3 % del objetivo |
| Intervalo de halving | Ciclos acelerados | Mecanismo de presión sobre el suministro |
Esta arquitectura deflacionaria impacta directamente en la economía del token al reducir gradualmente la cantidad de tokens en circulación. A medida que el suministro disminuye y el ecosistema crece con productos DeFi y plataformas de trading, la dinámica de oferta y demanda favorece a los holders. La eficacia del modelo depende de una participación activa en el ecosistema de Ultima, donde la demanda de utilidad compite con la escasez de tokens, apoyando la apreciación del precio.
La arquitectura de gobernanza de Ultima integra protocolos de burn con el consenso Delegated Proof of Stake (DPoS), creando un ecosistema transparente y liderado por los stakeholders. DPoS se distingue del Proof of Stake tradicional al permitir que los stakeholders voten por validadores en función de su participación, asegurando que los derechos de gobernanza correspondan a la implicación económica.
El mecanismo de burn del marco de Ultima reduce el suministro y refuerza los incentivos de los validadores. Este enfoque deflacionario influye directamente en la gobernanza, ya que los tokens eliminados de la circulación incrementan el poder de voto de los stakeholders restantes. Con un máximo de 100 000 tokens y 34 031 en circulación, el protocolo de burn genera escasez y potencia el peso de gobernanza de los participantes activos.
Bajo la estructura DPoS, la influencia de los stakeholders se mantiene estrictamente proporcional a sus holdings, evitando que la concentración de tokens comprometa la descentralización. Cada stakeholder conserva su capacidad de influencia sin exclusión. Este modelo democrático ha atraído a más de 2,8 millones de usuarios en 120 países al ecosistema de Ultima, demostrando una sólida participación comunitaria en la gobernanza.
La combinación de protocolos de burn y mecanismos DPoS crea incentivos autorreforzantes: los validadores se mantienen motivados para proteger la integridad de la red y los stakeholders participan activamente en la gobernanza. Este marco garantiza una descentralización sostenible dentro de la infraestructura blockchain de Ultima.











