A finales de octubre de 2025, el sector cripto presenció un hito histórico: Solana (SOL) superó su último reto regulatorio y se convirtió en la tercera criptomoneda—después de Bitcoin y Ethereum—en obtener la autorización para un producto cotizado al contado (ETP) en Estados Unidos.
No fue una simple aprobación rutinaria de ETF. El proceso estuvo lleno de tensión, el diseño del producto ofrecía aspectos únicos y las reacciones del mercado sorprendieron a todos los traders. Para los profesionales, el lanzamiento del ETF de Solana representa no el final, sino el inicio de una nueva etapa repleta de dinámicas internas y oportunidades inéditas.
La llegada del ETF de Solana rompió todos los esquemas. En vez de surgir tras una votación pública de la SEC y comunicados entusiastas, se produjo durante el cierre del gobierno federal estadounidense.
En este escenario regulatorio, dos gigantes de la gestión de activos—Bitwise y Grayscale—demostraron una agilidad legal sobresaliente. Aprovechando las directrices de la SEC publicadas en ese contexto, lograron que las declaraciones de registro S-1 se activaran automáticamente, sin las habituales “enmiendas de retraso”.
Este “ataque relámpago regulatorio” abrió la vía legal para que mil millones de dólares de capital institucional y de jubilación estadounidense pudieran acceder a Solana.
Los datos de la primera semana fueron extraordinarios. Para los ETP de Solana en Estados Unidos:
Bajo ese promedio, la realidad fue una feroz “guerra civil” en Wall Street donde el ganador se lo llevó todo.
Las cifras lo dicen todo: BSOL, de Bitwise, acaparó cerca del 99 % del nuevo capital, y el desenlace fue evidente desde el primer día.
¿Por qué se produjo una diferencia tan abrumadora? La clave radica en las “tres armas relámpago” de BSOL:
Timing (un día antes, el ganador se lo lleva todo): BSOL se listó el 28 de octubre (martes); GSOL se transformó el 29 de octubre (miércoles). En el universo ETF, la liquidez manda. Como apuntaron los analistas de Bloomberg, “Un solo día de diferencia es enorme. La competencia se vuelve mucho más dura.” BSOL se posicionó como el ETF de Solana de referencia.
Comisiones (0,20 % frente a 0,35 %): BSOL cobra una comisión de gestión del 0,20 % y es gratuito durante los tres primeros meses o hasta que el AUM alcance 1 000 millones de dólares. GSOL establece una comisión del 0,35 %. Para inversores institucionales, esa diferencia anual de 0,15 % es significativa.
Producto (100 % frente a 77 %): Este fue el auténtico “arma secreta”. El folleto de BSOL prometía staking con el 100 % de sus SOL, mientras que GSOL solo se comprometía a staking con el 77 %.
Fuera del sector cripto, esa diferencia del 23 % puede parecer menor. Pero para los expertos, es lo que convierte al ETF de Solana en una auténtica revolución.
La estructura del ETF de Solana supone un cambio radical respecto a los ETF de Bitcoin.
Los ETF de Bitcoin funcionan como bóvedas de “oro digital”—no generan rendimiento. Solana, como activo Proof-of-Stake (PoS), se parece más a un “inmueble digital”, generando ingresos continuos por staking.
Ventajas de los activos generadores de rendimiento:
La mayor sorpresa es la postura de la SEC.
Cuando se aprobaron los ETF de Ethereum en 2024, el staking estaba prohibido. Las preocupaciones de la SEC por las características de “valores” del staking hicieron que los emisores eliminaran esa funcionalidad de inmediato.
Esta vez, la SEC dio su aprobación en silencio, permitiendo que BSOL y GSOL—productos con staking—se listaran.
Esta autorización silenciosa marca un cambio fundamental en la política de la SEC. Abre el sector de “activos cripto generadores de rendimiento” valorado en mil millones de dólares para Wall Street, permitiendo a las instituciones no solo comprar cripto, sino también obtener rendimientos regulados de staking a través de ETF. Las reglas han cambiado.
Mientras Wall Street celebraba el lanzamiento del ETF, los traders que seguían los gráficos de precios se quedaron perplejos:
Si casi 200 millones de dólares entraron en el ETF en la primera semana, ¿por qué cayó el precio de SOL?
Tras el debut del ETF, el precio de SOL cayó con fuerza. El 30 de octubre, descendió un 8 % en un solo día, retrocediendo el 27 % desde el máximo de agosto y tocando fondo cerca de 163 dólares—muy lejos de los 300 dólares que muchos anticipaban.
“Suben los flujos, bajan los precios”—esta paradoja sorprendió a muchos. Un análisis más detallado muestra que no es un fracaso del ETF, sino la convergencia de cuatro factores de peso:
Si se unen todas estas piezas:
En medio de una ola de “vender la noticia” y salidas de ETF de Bitcoin por encima de 600 millones de dólares, una ballena vendió 205 millones de dólares en SOL.
En condiciones normales, esto habría hundido el precio de SOL.
Sin embargo, en la última semana de octubre de 2025, casi toda esa venta de 205 millones de dólares fue absorbida por nuevas compras institucionales de los ETF de Solana (especialmente BSOL), que generaron 199,2 millones de dólares en flujos.
El mensaje es claro: los flujos hacia los ETF de SOL mostraron una fortaleza relativa extraordinaria, absorbiendo las ventas de ballenas incluso en un mercado débil. Los nuevos compradores institucionales (inversores en ETF) compensaron directamente a los actores tradicionales (Jump Crypto) que vendían. Lejos de ser bajista, es una potente señal alcista a largo plazo, que demuestra que existe una demanda institucional sólida y sostenible.
Con el ETF aprobado, la cuestión clave en Wall Street es: ¿Cuánto capital atraerá? Aquí, las empresas cripto nativas y los gigantes financieros tradicionales discrepan radicalmente:
¿Por qué es tan conservador JPMorgan? Argumentan “escasa notoriedad institucional de Solana” y preocupación por que el “trading de meme coins domine cada vez más la actividad de la red”.
Las preocupaciones de JPMorgan reflejan la gran pregunta en la banca tradicional: ¿Es Solana una infraestructura financiera puntera o solo un “casino de meme coins”?
Solo dos días después del lanzamiento del ETF, la llegada de nuevo capital institucional zanjó el debate de forma definitiva.
El 30 de octubre de 2025, el gigante global de pagos Western Union anunció una iniciativa estratégica de gran calado: Western Union eligió la blockchain de Solana para su próxima stablecoin—U.S. Dollar Payment Token (USDPT)—prevista para el primer semestre de 2026.
Western Union destacó el “alto rendimiento” de Solana, su “gran capacidad, bajo coste y liquidación instantánea” como factores clave para la elección.
Esta noticia tuvo mucho más impacto que el ETF, dando una respuesta contundente a las dudas de JPMorgan. Ninguna red global de remesas se construiría sobre un “casino de meme coins”. La apuesta de Western Union por Solana es una confirmación rotunda de sus credenciales como infraestructura financiera.
La aprobación del ETF de Solana no es la meta, sino el punto de partida para una nueva era. Muestra dos caminos paralelos para la adopción institucional de Solana:
Ambos caminos se refuerzan mutuamente. La adopción por parte de Western Union mejora los fundamentales para los inversores en ETF; el crecimiento del AUM y el staking profesional impulsado por ETF (narrativa de “Nueva Wall Street” de Bitwise) refuerzan la seguridad y estabilidad de la red para desarrolladores como Western Union.
Mientras JPMorgan se inquieta por las meme coins, Bitwise y Western Union ya han demostrado: Solana no es solo la “Nueva Wall Street”—es la nueva base para los pagos y la infraestructura financiera global. El ciclo virtuoso de transformación financiera e infraestructura acelera en paralelo.





