Prohibición del Comercio de márgen en Canadá: Tiranía financiera disfrazada de protección

Tras el espectacular colapso de FTX, los países de todo el mundo están apresurándose a "proteger a los inversores" - y con eso, me refiero a restringir nuestras libertades y controlar cómo comerciamos. El último movimiento de Canadá es un ejemplo perfecto de este exceso.

Observé con incredulidad cómo los reguladores canadienses prácticamente declararon la guerra a los traders que asumen riesgos. Han prohibido completamente el trading con margen y apalancamiento para las criptomonedas, efectivamente castrando a los inversores serios que entienden cómo usar estas poderosas herramientas.

La Administración de Valores de Canadá (CSA) lanzó esta bomba silenciosamente sobre las plataformas de trading, afirmando que necesitaban "ampliar requisitos" en todo el país. Lo que realmente quieren decir es que están ampliando su control sobre cómo podemos invertir nuestro propio maldito dinero.

Su actualización indica: "Los custodios se considerarán generalmente calificados si están regulados por un organismo financiero en Canadá, EE. UU. o una jurisdicción similar." Traducción: solo confiamos en las mismas instituciones que han fallado repetidamente en proteger a los inversores minoristas durante las crisis del mercado tradicional.

Este enfoque de estado niñera devastará la escena cripto canadiense. Los grandes jugadores que dependen del trading con margen se mudarán al extranjero o abandonarán el cripto por completo. Las plataformas mismas perderán ingresos al verse obligadas a eliminar dos de los métodos de trading más populares.

Seamos honestos: esto no se trata de protegernos. Se trata de control. Si el gobierno realmente estuviera preocupado por la protección del inversor, se centraría en la educación en lugar de la prohibición. Enseñarían a las personas a utilizar el apalancamiento de manera responsable en lugar de tratarnos a todos como niños que no pueden ser de fiar con objetos afilados.

Mientras tanto, los mercados tradicionales continúan permitiendo el comercio con margen a pesar de innumerables ejemplos de fracasos catastróficos. La doble moral es evidente.

Lo que resulta particularmente frustrante es cómo están implementando esto: contactando a las plataformas individualmente para forzar el cumplimiento en lugar de tener una discusión abierta con la comunidad. Este enfoque a puerta cerrada huele a captura regulatoria.

Los inversores canadienses serán los más afectados. Muchos probablemente buscarán plataformas no reguladas u opciones extranjeras, irónicamente exponiéndose a un riesgo aún mayor. El camino al infierno está pavimentado con buenas intenciones regulatorias.

La revolución cripto se suponía que iba a ser sobre la libertad financiera. En cambio, estamos viendo a los gobiernos estrangularla lentamente con burocracia bajo la apariencia de protección. ¿Cuándo se darán cuenta de que el riesgo es inherente a la inversión y que los adultos deberían tener la libertad de elegir su propio destino financiero?