La reflexión de un comerciante

El camino de la vida se complica con esas molestas emociones y deseos que todos tenemos. A veces nos enredan en la cabeza.

Recientemente me puse demasiado arrogante en el mercado. Agregué posiciones a izquierda y derecha. Estaba seguro de que 2600 se mantendría fuerte como soporte. No fue así. El mercado se desplomó. Tuve que cortar pérdidas. Doloroso.

No es tan malo como antes. He visto cosas peores: esos momentos en los que todo se desmorona y estás buscando salidas de emergencia. Aún duele.

Parece que el mercado sigue enseñándome la misma lección sobre la naturaleza humana. Tanto en grandes oscilaciones como en pequeñas ondulaciones. Ahí es donde se oculta la verdadera percepción, es algo sorprendente cuán consistente es.

¿Quieres saber si tu posición tiene sentido? Verifica si puedes dormir por la noche. Prueba simple. Si no estás mirando al techo preocupado, podrías estar en algo. No hay necesidad de estar revisando constantemente.

Somos criaturas emocionales. No está del todo claro por qué pensamos que podemos ser puramente racionales con el dinero. El truco es trabajar con nuestra naturaleza, no luchar contra ella completamente.