Las monedas estables presentan dos caras completamente diferentes en el panorama financiero global. En Nueva York, se consideran el nuevo favorito de los bancos de inversión; mientras que en Lagos, se ha convertido en una herramienta para que los vendedores ambulantes protejan sus medios de vida. Esta diferencia no es casualidad, sino el resultado de una combinación de la base económica, el entorno regulatorio y las necesidades de los usuarios. Con el establecimiento del marco regulatorio en Estados Unidos, esta tendencia de diferenciación se está volviendo cada vez más evidente.
En el verano de 2025, la implementación de la ley GENIUS en Estados Unidos estableció el primer estándar federal para la industria global de monedas estables. Esta ley exige que las monedas estables vinculadas al dólar deben tener como reservas completas activos de bajo riesgo, como bonos del Tesoro de EE. UU. a corto plazo o depósitos en custodia, y que deben publicar los detalles de las reservas trimestralmente.
Esta regulación ha transformado por completo el modelo de operación de las monedas estables en América del Norte. Los principales emisores ajustaron rápidamente su estructura de activos, trasladando más del 90% de sus reservas a bonos del gobierno a corto plazo, reduciendo drásticamente los activos de alto riesgo. La clarificación de la regulación ha eliminado las dudas de los inversores institucionales: los principales bancos de inversión han comenzado a utilizar monedas estables para manejar transacciones transfronterizas diarias por más de 1,000 millones de dólares, y las grandes compañías de gestión de activos han lanzado "piscinas de rendimiento de activos digitales", conectando las monedas estables con el mercado de recompra de bonos del gobierno, ofreciendo un rendimiento anual estable del 2.5% al 3%.
Sin embargo, detrás de este "banquete institucional" también existen defectos evidentes. La ley prohíbe explícitamente que los emisores compartan los intereses de las reservas con los usuarios, lo que significa que los cientos de millones de dólares en ganancias generadas anualmente por la moneda estable serán completamente propiedad del emisor. Esta práctica podría generar discusiones sobre la equidad en la distribución de beneficios y podría afectar la atracción de la moneda estable entre los usuarios comunes.
Al mismo tiempo, en regiones en desarrollo como África, las monedas estables están desempeñando un papel completamente diferente. Proporcionan a la población común, que enfrenta la devaluación de su moneda y la inestabilidad del sistema financiero, un medio para preservar su valor. Este contraste resalta el desequilibrio del sistema financiero global y también destaca las perspectivas de aplicación diversificada de las monedas estables en diferentes entornos económicos.
A pesar de las enormes diferencias superficiales, tanto los élites financieros de Wall Street como los vendedores ambulantes de Lagos comparten una sorprendente demanda central por las monedas estables: la búsqueda de la estabilidad financiera y la seguridad de los activos. Esta similitud podría insinuar la dirección futura del desarrollo de las monedas estables: cómo satisfacer las diferentes necesidades del mercado mientras se logra una mayor inclusión financiera.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
13 me gusta
Recompensa
13
5
Republicar
Compartir
Comentar
0/400
ContractExplorer
· 10-29 21:50
¿Otra fiesta para los ricos?
Ver originalesResponder0
ForumMiningMaster
· 10-29 21:41
tontos tomar a la gente por tonta tontos ciclo tras ciclo
Ver originalesResponder0
GasWaster69
· 10-29 21:33
¿Qué inversor minorista aún puede ganar dinero con la moneda estable? Todos han sido esquilmados por las grandes instituciones.
Ver originalesResponder0
UnruggableChad
· 10-29 21:31
Otra vez han utilizado cupones de clip en Wall Street, no hay uno limpio.
Las monedas estables presentan dos caras completamente diferentes en el panorama financiero global. En Nueva York, se consideran el nuevo favorito de los bancos de inversión; mientras que en Lagos, se ha convertido en una herramienta para que los vendedores ambulantes protejan sus medios de vida. Esta diferencia no es casualidad, sino el resultado de una combinación de la base económica, el entorno regulatorio y las necesidades de los usuarios. Con el establecimiento del marco regulatorio en Estados Unidos, esta tendencia de diferenciación se está volviendo cada vez más evidente.
En el verano de 2025, la implementación de la ley GENIUS en Estados Unidos estableció el primer estándar federal para la industria global de monedas estables. Esta ley exige que las monedas estables vinculadas al dólar deben tener como reservas completas activos de bajo riesgo, como bonos del Tesoro de EE. UU. a corto plazo o depósitos en custodia, y que deben publicar los detalles de las reservas trimestralmente.
Esta regulación ha transformado por completo el modelo de operación de las monedas estables en América del Norte. Los principales emisores ajustaron rápidamente su estructura de activos, trasladando más del 90% de sus reservas a bonos del gobierno a corto plazo, reduciendo drásticamente los activos de alto riesgo. La clarificación de la regulación ha eliminado las dudas de los inversores institucionales: los principales bancos de inversión han comenzado a utilizar monedas estables para manejar transacciones transfronterizas diarias por más de 1,000 millones de dólares, y las grandes compañías de gestión de activos han lanzado "piscinas de rendimiento de activos digitales", conectando las monedas estables con el mercado de recompra de bonos del gobierno, ofreciendo un rendimiento anual estable del 2.5% al 3%.
Sin embargo, detrás de este "banquete institucional" también existen defectos evidentes. La ley prohíbe explícitamente que los emisores compartan los intereses de las reservas con los usuarios, lo que significa que los cientos de millones de dólares en ganancias generadas anualmente por la moneda estable serán completamente propiedad del emisor. Esta práctica podría generar discusiones sobre la equidad en la distribución de beneficios y podría afectar la atracción de la moneda estable entre los usuarios comunes.
Al mismo tiempo, en regiones en desarrollo como África, las monedas estables están desempeñando un papel completamente diferente. Proporcionan a la población común, que enfrenta la devaluación de su moneda y la inestabilidad del sistema financiero, un medio para preservar su valor. Este contraste resalta el desequilibrio del sistema financiero global y también destaca las perspectivas de aplicación diversificada de las monedas estables en diferentes entornos económicos.
A pesar de las enormes diferencias superficiales, tanto los élites financieros de Wall Street como los vendedores ambulantes de Lagos comparten una sorprendente demanda central por las monedas estables: la búsqueda de la estabilidad financiera y la seguridad de los activos. Esta similitud podría insinuar la dirección futura del desarrollo de las monedas estables: cómo satisfacer las diferentes necesidades del mercado mientras se logra una mayor inclusión financiera.