La política financiera de Estados Unidos ha dado un giro significativo. Recientemente, La Reserva Federal (FED) anunció que a partir del 1 de diciembre suspenderá su plan de reducción de balance que ha estado en vigor durante mucho tiempo. Esta decisión se debe a la presión de la liquidez del mercado monetario que se está ajustando y la disminución del nivel de reservas bancarias.

Para mantener estable un tamaño de activos de 6.6 billones de dólares, La Reserva Federal (FED) adoptará la estrategia de extender los vencimientos de los bonos del Tesoro, en lugar de reducir mensualmente 5 mil millones de dólares en bonos del Tesoro como se hacía anteriormente. Esta medida tiene como objetivo garantizar la estabilidad del sistema financiero y la suficiente Liquidez.

Es importante señalar que la forma en que La Reserva Federal (FED) maneja los valores respaldados por hipotecas (MBS) también cambiará. Aunque se seguirá permitiendo el vencimiento natural de 35 mil millones de dólares en MBS cada mes, a partir del 1 de diciembre, el capital de todos los valores vencidos se reinvertirá en bonos del Tesoro de Estados Unidos, en lugar de continuar manteniendo MBS.

Este ajuste de política refleja la actitud cautelosa de La Reserva Federal (FED) hacia el actual entorno económico, y también puede presagiar la dirección futura de la política monetaria. Los participantes del mercado deben prestar atención a los profundos impactos que este cambio podría traer, incluyendo los posibles efectos sobre las tasas de interés, las expectativas de inflación y las perspectivas económicas generales.