A las 2 de la madrugada del día 18, La Reserva Federal (FED) anunció repentinamente la convocatoria de una reunión de emergencia sobre política monetaria. Esta acción llegó un poco de sorpresa; hay que recordar que desde la reducción de tasas de interés en octubre, los datos económicos han sido consistentemente débiles, y la presión en los mercados financieros ha ido en aumento, con el BTC en continua caída. Esta reunión, en cierta medida, es un plan de emergencia de La Reserva Federal (FED).

El núcleo de la reunión en realidad son tres puntos focales:

Primero está la elección de la magnitud de la reducción de tasas. El mercado ahora se divide en dos facciones, una que apuesta por una reducción moderada de 25 puntos básicos y otra que considera que se necesitan 50 puntos básicos de medidas drásticas. En segundo lugar, está la caja de herramientas de liquidez. Se dice que La Reserva Federal (FED) ya ha preparado 29,4 mil millones de dólares en reservas de liquidez y que puede aumentar en cualquier momento. Lo más importante es el cambio en el tono de la política: de una lucha a muerte contra la inflación, ha pasado a una combinación de prevención de la recesión y estabilización financiera.

¿Qué significa esto para el mundo de las monedas?

A corto plazo, una vez que se produzca una reducción de tasas, los activos de riesgo sin duda experimentarán un repunte. Es muy probable que BTC, ETH y otras monedas principales suban primero como señal de respeto. Pero lo más interesante es la lógica a largo plazo: una vez que comience el ciclo de reducción de tasas, las compuertas de la liquidez global se abrirán. Los fondos institucionales se precipitarán primero hacia las monedas principales y aquellos activos infravalorados, incluso las monedas alternativas podrían despegar.

¿Opiniones personales? En este momento, BTC y SOL merecen atención. Por supuesto, esto no es un consejo de inversión, solo es una reflexión basada en la situación actual.