Está ocurriendo un cambio en la psicología de los traders minoristas. La mentalidad tradicional de "comprar la caída" que caracterizaba a los mercados de acciones de EE. UU. está mostrando grietas. Los inversores minoristas se están volviendo notablemente más reacios cuando ocurren retrocesos del mercado—un cambio de comportamiento que podría señalar dinámicas de sentimiento cambiantes. Si esto se debe a preocupaciones de valoración, incertidumbre macroeconómica o simplemente fatiga de batalla después de la reciente volatilidad sigue siendo debatible. Pero una cosa está clara: el reflejo automático de entrar en las caídas no es lo que solía ser entre los participantes más pequeños del mercado.