La gente sigue diciendo que la web está muriendo. Primero fueron las redes sociales supuestamente acabando con ella. Luego las aplicaciones móviles fueron el verdugo. Sin embargo, aquí estamos, la web sigue en pie.

Pero aquí está el asunto: la IA podría ser realmente diferente. Hemos visto interrupciones antes, claro. Facebook cambió cómo consumimos contenido. Las aplicaciones fragmentaron nuestra atención. Esos cambios fueron masivos, sin duda.

¿Pero esta vez? La amenaza se siente más fundamental. La IA no solo está cambiando *cómo* accedemos a la información, sino que potencialmente está reemplazando la necesidad de acceder a ella en absoluto. ¿Por qué navegar por diez sitios web cuando una IA puede sintetizar todo al instante?

Las predicciones anteriores fallaron porque asumían un reemplazo. Las redes sociales no reemplazaron la web; se convirtieron en parte de ella. Las aplicaciones no mataron a los navegadores; coexistieron. ¿Pero la IA? Podría realmente acortar todo el proceso de descubrimiento.

Quizás la web también sobreviva a esto. Quizás la IA simplemente se convierta en otra capa. O quizás finalmente estamos presenciando el verdadero punto de inflexión que todos seguían prediciendo demasiado pronto.