Al revisar los libros de cuentas del mercado de valores estadounidense en los últimos treinta años, descubrirás un patrón alarmante: cada vez que las empresas gastan locamente en un determinado campo, llevando la "proporción de gasto de capital neto sobre el PIB" al límite, la quiebra está a la vista.

En el año 2000, todos estaban acumulando servidores para hacer internet, en 2007, la población entera se endeudó para especular en el mercado inmobiliario, en 2014, una vez más, todos se lanzaron a la explotación del petróleo de esquisto. ¿Y qué pasó? Sin excepción, todos fueron el preludio de la explosión de burbujas.

Ahora echemos un vistazo a la pista de la IA: las GPU se están volviendo locas, los centros de datos están surgiendo como dumplings, los proveedores de energía y las plataformas de computación en la nube están luchando por aumentar su capacidad de producción. La intensidad de la inversión casi está alcanzando los picos históricos de aquellos años. A decir verdad, cuando todo el dinero se concentra en una sola dirección, no está muy lejos el momento de alcanzar el techo.

¿El punto más alto del Nasdaq y las acciones de concepto de IA? Puede que ya haya estado silenciosamente detrás de nosotros.