La economía alemana entra oficialmente en recesión, con una caída prevista del 0.1% en el PIB del primer trimestre de 2024. La recesión se debe a múltiples factores, incluyendo el aumento de las tasas de interés, la crisis energética, la debilidad de la demanda externa, el exceso de capacidad y la mayor incertidumbre. Para las personas comunes, la recesión significa menos oportunidades de empleo y una disminución del poder adquisitivo, pero para los traders podría presentar oportunidades de inversión. Los expertos predicen un panorama sombrío y recomiendan un consumo racional por parte de los individuos, mientras que los inversores deben aprovechar las oportunidades en medio de la volatilidad del mercado.